El Reiki es una palabra japonesa que significa energía vital universal. Se trata de una energía parecida a las ondas de radio y puede ser aplicado tanto localmente como a distancia.
Es una energía inofensiva, sin contraindicaciones y compatible con cualquier tipo de terapia o tratamiento, no es un sistema religioso que proponga restricciones ni tabúes, no utiliza talismanes, rezos, visualizaciones, fe, ni ningún objeto para su aplicación.
El reiki ayuda a recuperar y mantener la salud física, mental, emocional y espiritual.
La energía Reiki no sustituye a la medicina convencional y tampoco la medicina convencional sustituye a la terapia reiki, cada una actúa en campos diferentes del mismo ser humano, ambas se complementan con el propósito de mejorar las condiciones de vida de la persona.
Rei significa “universal” y se refiere a la parte espiritual. Ki es la energía vital individual, rodea nuestros cuerpos y está presente, fluyendo en todos los organismos vivos.
La medicina es la ciencia indicada para emitir diagnósticos, hay que consultar siempre al médico y seguir las instrucciones que él nos da, pero podemos aprovechar la terapia reiki para mejorar o agilizar la curación, o en su defecto, paliar efectos secundarios de tratamientos, aliviar dolor, ansiedad, etc.