¿Qué es el Reiki?

El Reiki es una palabra japonesa que significa energía vital universal. Se trata de una energía parecida a las ondas de radio y puede ser aplicado tanto localmente como a distancia.

Es una energía inofensiva, sin contraindicaciones y compatible con cualquier tipo de terapia o tratamiento, no es un sistema religioso que proponga restricciones ni tabúes, no utiliza talismanes, rezos, visualizaciones, fe, ni ningún objeto para su aplicación. 

El reiki ayuda a recuperar y mantener la salud física, mental, emocional y espiritual.

La energía Reiki no sustituye a la medicina convencional y tampoco la medicina convencional sustituye a la terapia reiki, cada una actúa en campos diferentes del mismo ser humano, ambas se complementan con el propósito de mejorar las condiciones de vida de la persona.

Rei significa “universal” y se refiere a la parte espiritual. Ki es la energía vital individual, rodea nuestros cuerpos y está presente, fluyendo en todos los organismos vivos.

La medicina es la ciencia indicada para emitir diagnósticos, hay que consultar siempre al médico y seguir las instrucciones que él nos da, pero podemos aprovechar la terapia reiki para mejorar o agilizar la curación, o en su defecto, paliar efectos secundarios de tratamientos, aliviar dolor, ansiedad, etc. 

¿En qué consiste una sesión de Reiki?

Una sesión de Reiki puede durar entre 45 y 60 min y el paciente permanecerá acostado en una camilla, descalzo y vestido. 

 Durante la sesión se utiliza música suave y aromas como por ejemplo, incienso. 

Se colocan las manos sobre una serie de puntos energéticos en el cuerpo y la Energía Reiki fluye.

Durante la sesión se puede sentir relajación profunda y una gran sensación de paz. Algunas personas se quedan dormidas, algunas, sienten un cosquilleo, se puede sentir calor o frío en diferentes partes del cuerpo, otras personas ven colores, otras experimentan una sensación de “flotar” o sienten emociones que salen a la superficie y otras no sienten nada y no por ello el Reiki no está funcionando.

Se pueden hacer sesiones más espaciadas en el tiempo para obtener una profunda relajación y sensación de bienestar momentáneo o bien el tratamiento de cuatro sesiones casi seguidas donde se trabaja más a fondo para sacar al paciente de algún estado de desarmonía.

Al finalizar este tratamiento se podrán tomar sesiones con la frecuencia que el paciente necesite.

Muchos pacientes tras recibir las primeras sesiones experimentan unos cambios que pueden resultar molestos. Pueden sentir:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Dolor de garganta
  • O simplemente se pase una semana enfadado o de sentimientos a flor de piel. 

La persona puede pensar que el Reiki le ha ido mal y que está peor que antes de empezar las sesiones pero a esto se le llama crisis de sanación.

¿Qué es una crisis de sanación?

Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser donde nuestro cuerpo físico libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y nuestro cuerpo mental/emocional libera emociones o expone patrones de pensamiento que no son beneficiosos para nosotros.

Durante la crisis de sanación podemos sentir:

  • Sudoración
  • Ir más al baño, ya sea a orinar o a evacuar
  • Podemos sentir ganas de llorar de forma repentina
  • Síntomas de gripe o resfriado, fiebre… 

El cuerpo debe eliminar toda esa energía que ha quedado estancada y bloqueada, no hay que preocuparse si después de las primeras sesiones nos encontramos físicamente peor que al inicio, los síntomas pueden durar unos días, cuando nos sucede esto lo mejor es contactar con nuestro terapeuta y explicarle lo que nos está sucediendo. Él podrá aconsejarnos y ayudarnos a sobrellevar la crisis de sanación.

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